Grabado, 1984

Edición : 45/99

Editor : Œuvre gravée, Suisse

Catálogo : Masrour 17

76.00 cm. x 56.00 cm. | 29.92 in. x 22.05 in. (papel)

58.00 cm. x 39.00 cm. | 22.83 in. x 15.35 in. (imagen)

Ligera arruga en la esquina inferior izquierda

Arthur-Luiz Piza (1928-2017) nació en Brasil, donde se formó como pintor de frescos. Como muchos jóvenes artistas de su generación, se sintió atraído por París, donde se instaló en 1951 en el cosmopolita y económico barrio de Montparnasse. Continuó su formación en grabado, que había iniciado en Brasil, en el excelente taller del Hermitage, con Johny Friedlaender.

En los años 60, Piza desarrolló una técnica muy original: tallaba formas geométricas directamente en la plancha de cobre. A continuación se entintaban y el resultado final, sobre la plancha, es en relieve.
La gran plancha que ofrecemos es el resultado de esta técnica: una multitud de pequeños triángulos en relieve salpican la composición. De diferentes colores y a veces con una textura brillante, aportaron un soplo de aire fresco al grabado de los años 60, que entonces estaba en pleno renacimiento.

Piza utiliza el buril, una de las herramientas de grabado más antiguas, y una de las más peligrosas de utilizar.
Su composición se desarrolla sobre un fondo sembrado de pequeños filamentos. Los triángulos crean una especie de corriente, una energía que fluye horizontalmente. Todo es muy delicado. Piza, que también realizaba esculturas y collages, fue uno de los grabadores más inventivos de su generación, introduciendo estos efectos de relieve en su obra y utilizando una paleta de colores profundamente personal.

Certificado de autenticidad
La obra está en muy buen estado
Firmada a mano por el artista

Ref : LCD6116